El mecanismo implica un proceso que permite transformar una fuerza en un movimiento específico, en donde el análisis y la clínica grupal funcionan como los motores que guían a una obra a través de diversos desarrollos creativos.

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Una obra comienza su recorrido junto con la mirada de los otros. El artista puede enfocarse en una idea central, explorando sus recursos iniciales y estructurales. Brota la sinergia.

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A medida que el proceso avanza, la obra puede entrar en una fase alternativa, donde el autor experimenta con diferentes conceptos, técnicas y estilos. Este vaivén es crucial, ya que en cada oscilación el artista gana entendimiento y profundidad en sus recursos y se retroalimenta grupalmente.

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Este desplazamiento no solo proporciona una nueva visión, sino que también invita a la reflexión, revelando capas de complejidad que previamente podrían haber pasado desapercibidas. La obra se mueve en variadas direcciones y velocidades, explora nuevas lógicas de materialización y expresión, alcanzando en su proceso de evolución una profundidad y riqueza que trascienden su forma original.

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Es en las Clínicas de Obra  donde el grupo se nutre, se afianza y se acompaña y donde estos mecanismos transformadores se ponen en movimiento; prueba de ello son las obras que se exhiben en Galería Margian, las cuales nos permitien dimensionar, si estamos dispuestos a sumergirnos en ello, la evolución que ha transitado cada uno de los artistas de este grupo a lo largo del año.

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*(contexto donde se desarrollan nuestros encuentros, en un ex taller mecánico Citroen en el Barrio de La Paternal).

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Agustina Nuñez, Agosto 2024.